Cautiva de tus palabras
y de tus silencios.
Anhelándote...
Extenuada...
A la deriva...
Oteo en la distancia
afilados farallones.
Que acaso quisieran quebrar
mi nimia presencia
de muñeca de trapo.
Ahora tan solo decirte
que quisiera brindar
de azucar tus labios
y de luces
de canela en rama.
D. Edelweiss