Frank Dicksee 1884
La escena del balcón de Romeo y Julieta
Romeo y Julieta es una tragedia
escrita para ser representada en el teatro.
Al principio aparecen enumerados todos los
personajes, básicamente son las dos familias enfrentadas. Los Capuleto y por
otra parte los Montesco, así como algunas personas más que contribuyen a
conformar el entorno cercano de dichas familias.
Algunos escritores describen directamente a
los personajes, en el caso de Shakespeare
serán los diálogos los que definirán a los personajes. Estos nos proporcionarán
el soporte adecuado para asimilar el
interior de cada una de las personas que irrumpen en las escenas. Ya que lo que
verdaderamente define a una persona es su actuación ante determinados
acontecimientos en la vida.
Dos familias como decía
enfrentadas en el pasado los Capuleto y los Montesco Romeo pertenece a esta última,
emerge en la acción taciturno y melancólico tras un mal de amores.
Él sufre por una mujer
denominada Rosalinda. Es aconsejado por Benvolio un ser pragmático poco dado al
romanticismo, que le induce a conocer a otras beldades para borrar esa triste y
mala experiencia. Finalmente decide ir a una fiesta con antifaz, como en
aquella época parece ser que era costumbre
(en algunas ocasiones) junto con Benvolio y Mercuccio.
Curiosamente y por azahares del
destino conocerá allí a Julieta la hija de los Capuleto, de apenas 14 años de
edad. Entre ellos surgirá el amor, tras un breve diálogo la besará y el
recuerdo de la anterior mujer quedara sojuzgado por el bello influjo y la
dulzura de Julieta.
El padre en aquella ocasión se
mostrara tolerante cuando él y otros descubren que es un Montesco, decide no expulsarlo a pesar de pertenecer a
una familia enemiga. Posteriormente dicha tolerancia mutará a lo contrario tras
las muertes que posteriormente se producirán.
Hay una escena bella de espíritu
de lucha y de la exaltación del amor cuando Julieta descubre quien es tras
indagar y terminan hablando desde su alcoba con Romeo
Me quedo con esta frase:
-Con las alas del amor salte la tapia pues
para el amor no hay barrera de piedra…( Dijo Romeo)
Ese espíritu de lucha y de
rebeldía de tomar las riendas del destino se enfrentará con esa serie de sucesos
aciagos varias muertes el destierro y un mal servicio de correos.
Shakespeare nos muestra la sociedad de
entonces, donde los padres eran los que acordaban el matrimonio de las hijas y
donde los criados ni tan siquiera sabían escribir.
Hay algunas escenas graciosas, que dotan de
colorido a la obra al igual que cuando el amor y la poesía son ensalzados.
A veces si escuchas con atención
algunos libros recuerdas mensajes importantes. Pese al final impera el espíritu
de lucha por el amor. Y que aunque las evidencias demuestren una cosa la
realidad puede ser muy diferente a como uno se imagina. Importante coger
perspectiva y no obcecarse algo que no hicieron esas familias.